(Discurso de apertura pronunciado por Zhang Weiwei, catedrático de la Universidad Fudan, decano del Instituto de Estudio Chino e investigador del Instituto Chunqiu de Estudios de Estrategias de Desarrollo en el Simposio Internacional de la Modernización China y la Comunidad de Futuro Compartido de la Humanidad)
La modernización China es un éxito mundialmente conocido. Echando una mirada retrospectiva en la historia, sabemos que, en los siglos XVIII y XIX, cuando ascendían Reino Unido, Francia y Alemania, sólo tenían unos 10 millones de habitantes, y en el siglo XX, Estados Unidos y Japón se convertían en potencia con con una población de 100 millones. Pero en el siglo XXI, China se eleva con más de mil millones de habitantes, cifra mayor que la suma de las poblaciones de los países occidentales. Por lo tanto, sólo con este número podemos afirmar que la modernización china es impresionante a nivel mundial.
Para entender el éxito de la modernización china y su proceso, es necesario conocer su sistema político y, en particular, el Partido Comunista de China (PCCh) y el papel que ha desempe?ado.
El concepto de “partido” del Occidente no puede definir el PCCh. En los idiomas europeos, la palabra “party” (partido) viene de la raíz “part” (parte), por lo que, en la teoría occidental, los partidos políticos se definen como grupos de interés de una sociedad o país que se forman para representar diferentes intereses. Este sistema partidario funciona así: si el partido A obtiene el 51% de los votos, y el partido B, el 49%, gana el A e incluso se lo lleva todo; en caso de darse un litigio, lo dictamina el Tribunal Supremo y su sentencia todos tienen que aceptarla. Así es la regla del juego en la democracia occidental.
然而今天我們看到的現實情況是什么呢?非西方國家采用西方——我叫做“部分利益黨”模式之后(Partial interest parties或者Parties and interest parties),往往陷入社會分裂,甚至是永遠整合不起來,結果現代化事業舉步維艱,發展不起來。西方這種“部分利益黨”模式確實遇到巨大挑戰,今天西方社會基本都是紛紛分裂的社會。我記得前段時間,英國《經濟學人》雜志一篇封面文章,就把美利堅合眾國叫“美利堅分眾共和國”(The Disunited States of America)。
Ahora bien, ?qué es la realidad de lo que vemos hoy? Los países no occidentales que adoptaron el modelo partidario occidental -lo que yo llamaría “Partidos de intereses parciales”, o sea, “Partial interest parties” o “Parties and interest parties”-, a menudo caen en la polarización social, e inclusive de donde nunca pueden salir, rodeados de obstáculos que le impiden el desarrollo. Este modelo se ha enfrentado, en efecto, a grandes desafíos, ya que casi todas las sociedades occidentales hoy están divididas. Recuerdo que la revista británica The Economist ha publicado recientemente un artículo de portada que llama a EE.UU. “Los Estados Desunidos de América” (The Disunited States of America).
Por el contrario, el PCCh es un partido de intereses holísticos (The Disunited States of America), que se basa en la larga tradición política de nuestro país, un Estado civilizacional (Civilizational state). Este tipo de estado también es conocido como “unión de numerosos países”, porque se formó por integración de centenares de Estados a lo largo de la historia. De ahí su particular tradición de gobernación, cuyo rasgo distintivo esencial gobernar el país por parte de una entidad unificada, en inglés se dice “unified rulling entity”; de otro modo, el país se desintegraría, se separaría y sufría guerras civiles que causarían tremendas pérdidas de vida. De hecho, tras la Revolución de Xinhai de 1911, China probó una vez el modelo occidental de partidos de intereses parciales, que desembocó en un caos bélico de los caudillos. En mi opinión, la modernización liderada hoy por el PCCh puede traducirse en gran medida como una continuación y desarrollo de la tradición de entidad gobernante unificada.
En el contexto del mundo actual, el modelo de partido de interés común ostenta un valor práctico más significativo. En primer lugar, no es tan importante si un país tiene un sistema multipartidista, unipartidista o apartidista, sino si el país puede contar con una fuerza política que represente en el poder los intereses generales del pueblo. Existiendo tal fuerza, el país puede lograr un desarrollo expedito; si no, su avance afrontará a diversos reveses.
En este sentido, China cuenta con tal fuerza política, que es el PCCh. Por ello nuestra modernización va felizmente, y gracias a ello, en un país de 1 400 millones de habitantes, podemos llegar a un consenso sobre diversas cuestiones a través de una serie de arreglos institucionales, tales como la democracia consultiva, y con solidaridad trabajar juntos por el desarrollo. Además, podemos elaborar planes a mediano y largo plazo, de cinco, diez, quince o veinte a?os, y hasta medio siglo o todo un siglo, superando así el populismo vicioso y el cortoplacismo, problemas que padece el modelo partidario occidental de partidos de intereses parciales.
En segundo lugar, a medida que la competencia internacional se hace cada vez más feroz, todos los países necesitan reformas para hacer frente a la cambiante configuración internacional. Ahora bien, en proceso de las reformas, la mayor dificultad consiste en superar los intereses creados por privilegio. En esta situación, sin una fuerza política que represente los intereses del pueblo en su conjunto para impulsar la reforma, ésta se verá bloqueada en todas las dimensiones. Estados Unidos constituye un ejemplo típico, en el sentido de que es un país donde es imposible llevarse a cabo ni reforma ni ninguna otra causa. Por curiosidad me he informado por Internet y descubrí que Estados Unidos había propuesto la sanidad de cobertura universal antes de la Revolución de Xinhai de China (a?o 1910), pero hasta hoy en día, después de más de 100 a?os, sigue sin lograrla. El control de armas fuego, ?se hará realidad dentro de 20 a?os? Imposible. ?Y dentro de 100 a?os? No lo sé. La razón radica en que en el fondo diversos intereses particulares lo impiden, no se puede hacer nada. En China, al contrario, podemos llevar a cabo las reformas. Una de las experiencias que aprendemos del éxito de China en la modernización en las últimas décadas es que hemos sido capaces de seguir reformando y de mantenernos al día.
En tercer lugar, un partido de intereses comunes se dedica a los beneficios estatales y a intereses del pueblo en conjunto, y se adhiere a la filosofía de desarrollo centrada en las masas, en lugar de los votos, he aquí la diferencia entre distinos partidos. De hecho, en un país occidental típico, la participación en las elecciones generales sólo representa aproximadamente el 50% del electorado, e incluso menos, de ahí que el voto sólo hable por una minoría de personas. En las elecciones características de Estados Unidos, una buena participación puede llegar al 55% como máximo de la población, por lo que el candidato sólo necesita obtener entre el 27% y el 28% de los votos para ganar. Al contrario, el enfoque centrado en el pueblo representa los intereses de la gran mayoría de la población, esta es la diferencia entre los dos. Así, en el modelo occidental de partidos de intereses parciales, la campa?a electoral se convierte en un marketing político, una competición de dinero, una farsa, un concurso retórico, un enfrentamiento del populismo y un campeonato de la polarización política, como consecuencia, se produce la disidencia social y se reduce la potencia de desarrollo del país.
最后一點,無論是對內還是對外,西方部分利益黨模式所遵循的原則都叫“分而治之”(divide and rule)。對內就是身份政治,少數主義和多數主義之間,伊斯蘭教徒和基督教教徒之間,同性戀者和反同性戀者之間,墮胎者和反墮胎者之間等等,結果造成矛盾重重,互不退讓,激烈對抗。對外在國際上,西方總是拉一派打一派,挑撥離間,挑動顏色革命,輸出民主結果變成了輸出動亂乃至戰爭。
Por último, sea dentro o fuera del país, bajo el modelo occidental los partidos de intereses parciales actúan conforme al principio de “divide y vencerás” (divide and rule). En el ámbito doméstico, se ejerce la política de la identidad, que se adhiere a la dicotomía entre la minoría y la mayoría, entre los islámicos y los cristianos, entre los homosexuales y los homófobos, entre los abortistas y los antiabortistas, etc., lo que da lugar a severas contradicciones y enfrentamientos encarnizados. En el exterior, los países occidentales siempre tratan de cerrar filas y sembrar la discordia, atizando disensiones y provocando revoluciones de colores. En realidad, lo que exportan no es la “democracia”, sino disturbios e incluso guerras.
中國的做法完全不一樣,我們是整體利益黨的做法,這源于中國自己文明的傳統和中國式現代化的成功經驗,如果西方是divide and rule“分而治之”,中國的做法就是unite and prosper“合而富之”。我們鼓勵所有的國家要團結,全世界要團結,拉丁美洲要團結,中東要團結,非洲要團結,東南亞要團結,歐盟也要團結。這和西方的做法是完全不一樣的。我們現在推動“一帶一路”倡議,它的黃金原則是共商、共建、共享,也反映了“合而富之”的原則。
Ahora bien, en China lo que hacemos es completamente distinto. Tenemos un partido de intereses comunes, que hereda la tradición de nuestra propia civilización y de nuestra experiencia en la exitosa modernización. Si Occidente persiste en el principio de “divide y vencerás”, China cree en la tesis de “une y prosperarás”. Animamos a todos los países a preservar la solidaridad, solidadridad en todo el mundo, en América Latina, en Oriente Medio, en áfrica, en el Sudeste Asiático y en la Unión Europea. En fin, lo nuestro es completamente distinto al enfoque occidental. Por ejemplo, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) que estamos promoviendo se adhiere justamente al principio de oro de “consulta mutua, construcción conjunta y beneficio común”, lo que también es una expresión de nuestro proncipio de “une y prosperarás”.
不久前,我接受《今日俄羅斯》記者的采訪,談到對俄羅斯的制裁,我說俄羅斯被西方孤立了,但西方被非西方世界孤立了。非西方世界幾乎沒有國家參與對俄羅斯的制裁,也就是說非西方國家都認為我們應該unite and prosper,合而富之、團結富強。在今天這個歷史十字路口,我想起了1945年我們抗戰勝利在望,當時毛澤東主席在中國共產黨第七次全國代表大會上提出非常重要的命題,就是“兩個中國之命運”:“光明的中國之命運和黑暗的中國之命運”。后來證明毛主席的這篇講話和這個思路,決定了中國選擇光明的命運。
No hace mucho, recibí una entrevista de Russia Today, al hablar de las sanciones impuestas a Rusia, yo decía que mientras Rusia es aislada por Occidente, Occidente es aislado por el mundo no occidental, del cual pocos países participan en las sanciones contra Rusia. Ello demuestra que los países no occidentales están convencidos de que unidos seremos más prósperos y fuertes (unite and prosper). En esta encrucijada histórica que enfrentamos hoy, me viene a la memoria la importantísima cuestión que planteó el presidente Mao Zedong en el VII Congreso Nacional del PCCh en 1945, cuando estábamos a punto de vencer en la Guerra contra la Agresión Japonesa, a saber, “el destino de dos Chinas”: “el destino de una China brillante y el de la otra oscura”. Este discurso del Presidente Mao y su pensamiento resultaron ser el factor decisivo para que China optara por un destino más brillante.
En cierto sentido, el mundo de hoy también se encuentra en tal encrucijada, en la que nos enfrentamos a dos destinos. Uno es el mundo representado por Estados Unidos, que, a mi juicio, no tiene futuro y debe ser un mundo de empobrecer al vecino, de juego de suma cero, y de guerras y agitación, y tienen el único propósito de proteger y consolidar los beneficios tradicionales de Occidente; el otro es el interés general representado por la modernización al estilo chino, se trata de un mundo en el que unidos seremos ricos y prósperos. Por lo tanto, creo que China y el resto del mundo, sobre todo el mundo no occidental, así como los eruditos sensatos de Occidente, deberán trabajar juntos en busca de un mundo más brillante.