La modernización china en términos de enorme dimensión poblacional y democracia china basada en consultas amplias
當代中國與世界研究院特約研究員,復旦大學中國研究院研究員、副院長范勇鵬
Fan Yongpeng, investigador invitado del Instituto de Estudios de China Contemporánea y el Mundo, e investigador y vicedecano del Instituto de Estudios Chinos de la Universidad de Fudan
La celebración de las Dos Reuniones constituye un acontecimiento relevante en la vida política de China y este a?o una de las prioridades consiste en la revisión del proyecto de enmienda a la Ley de Legislación para incluir en ésta el artículo de “Mantener y desarrollar la democracia popular en todo proceso”.
En el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) se planteó la modernización china, la cual sustenta cuatro caracerísticas. En primer lugar, se trata de una “modernización en términos de enorme dimensión poblacional”. El presidente Xi Jinping ha destacado que la modernización china contiene un concepto único de democracia, que es la democracia popular en todo proceso. En este sentido, el gran tama?o de la población es, naturalmente, un importante punto de partida para comprender la democracia popular que se practica a lo largo de todo el proceso.
La palabra democracia se originóen la Grecia antigua y realmente existe cierto patrón histórico a seguir a la hora de determinar qué tipo de sistema político es adecuado para un país. Las características básicas de la democracia en el sentido clásico, que surgió en ciudades-estado sumamente peque?as, se manifestaban en dos aspectos: la participación directa de todos los ciudadanos en la política y la obediencia de la minoría a la mayoría. Este tipo de democracia, ajeno al carácter representativo, no abordaba un dise?o institucional generalmente basado en las elecciones. Al contrario, tanto en las ciudades-estado democráticas de la Grecia antigua como en las peque?as repúblicas democráticas de la Italia medieval, se adoptaba principalmente un sistema de lotería. Claro que todos estos modelos democráticos funcionaban dentro de una minoría muy reducida de ciudadanía mientras que la inmensa mayoría eran esclavos o plebeyos sin ningún derecho político. Por lo tanto, tal clase de democracia no es en absoluto la que desean los trabajadores comunes y corrientes.
En la misma línea, estas democracias de tama?o limitado incurrían en un gran problema, refiriéndose a su viabilidad cuestionable, por lo cual, tras un breve período de práctica, acabaron en fracaso. Desde los antiguos filósofos griegos hasta los modernos pensadores europeos de la Ilustración, todos negaban la posibilidad de ejercer la democracia en países grandes, por lo que esta no era un buen sistema de gobierno. Desde un enfoque objetivo, la mayoría de los países europeos ha evolucionado hacia la realeza centralizada desde finales de la Edad Media, realidad que comparten todas las civilizaciones del mundo.
No obstante, para el caso europeo, existen dos situaciones muy especiales: una es su largo estancamiento en etapas del sistema feudal antes de los tiempos modernos, el cual era similar al de la Dinastía Zhou del Oeste de China, pero sin un nivel institucional comparable. Del feudalismo aristocrático nacieron los sistemas parlamentario y electoral iniciales y en este caso, según Zhang Taiyan, filósofo y activista revolucionario chino, el parlamentarismo es una variante del feudalismo. De hecho, en la antigüedad china también habían existido regímenes similares, pero fueron eliminados después de las dinastías Qin y Han en la búsqueda histórica del pueblo chino por la gran unificación y un mundo compartido por todos. La otra consiste en su entrada en la modernización del capitalismo, este, sobre la base de la propiedad privada, se considera como un sistema de poder privado, carácter similar que también se encuentra en el feudalismo. De este modo, en términos institucionales, resulta fácil identificar vínculos entre los dos sistemas. Siguiendo esta línea, al manejar el poder estatal, la burguesía emergente heredó y desarrolló un legado del sistema feudal para luego crear un sistema representativo moderno. Así se derivó lo que hoy se denomina la democracia representativa en Occidente.
El sistema representativo resolvió el dilema de la democracia a peque?a escala, dado que cuando el Estado se volvía grande, la aristocracia y la burguesía emergentes, mediante la selección de representantes formaban parlamentos, logrando ejercer indirectamente el poder estatal entre bastidores. De acuerdo con Marx, la llamada democracia burguesa consiste en decidir cada pocos a?os “quiénes de entre la clase dominante deben figurar como falsos representantes del pueblo en el Parlamento”. A esto el catedrático Wang Shaoguang lo define como “elegir a los due?os”, lo cual significa que el pueblo puede participar formalmente en las elecciones para elegir a un grupo de personas como sus due?os, y después el poder no tiene nada que ver con el pueblo.
中國能不能采取這種制度呢?肯定是不行,我認為有兩方面原因。
?Puede China adoptar un sistema similar? Definitivamente no, y a mi juicio, existen dos razones.
En primer lugar, en la cultura china prepondera el pueblo como lo primordial. Al contrario de otras civilizaciones que dan primacía a dioses y al capital, la china ha desarrollado desde la antigüedad un concepto centrado en el pueblo. Desde los emperadores predinásticos Yao y Shun hasta el Duque de la Dinastía Zhou, desde Confucio y Mencio hasta Sun Yat-sen, los chinos siempre han perseguido un mundo compartido entre todos por igual y un modelo de desarrollo basado en el pueblo. Por supuesto que solo China lo ha logrado de verdad, al practicar efectivamente el principio de mantenerse el Partido al servicio de los intereses públicos y gobernar por el pueblo.
其次,中國規模巨大,廣土眾民。
En segundo lugar, China es un país gigantesco, con extensos territorios geográficos y una inmensa población.
En un país peque?o, no es un gran problema la deliberación y la toma de decisiones entre todos, ya que, por un lado, los asuntos políticos no son tan complicados ni las discusiones enconadas acarrean desgracias graves; y por otro, existe menos heterogeneidad en materia de intereses, opiniones y culturas, de ahí que el riesgo de división social sea bajo y que sea poca la posibilidad de que la política nacional sea secuestrada por algún grupo con intereses especiales.
Los países occidentales de hoy son mucho más grandes que los peque?os Estados democráticos antiguos, pues, unieron países peque?os en uno más grande haciendo uso de sistemas como el representativo, el federal, etc. La ventaja de tal práctica consiste en la conservacón de algunos elementos democráticos de estados peque?os, mientras que la desventaja se manifiesta en la amplificación de las imperfecciones de la democracia de los mismos. Por ejemplo, los representantes elegidos solo se pronuncian en beneficio de sus circunscripciones electorales, como consecuencia el localismo se convierte en un problema crónico. Además, diversos lobbies presionan e influyen en el proceso legislativo y en la toma de decisiones, lo que convierte el poder político en un juego de botín. Mientras tanto, los grupos de capital y de élites son expertos en formar partidos políticos u ONGs, y están acostumbrados a sacar partido de las leyes para beneficio propio, en tanto que los incapaces de participar en los juegos de la arena política encuentran desatendidos sus intereses. Y peor aún, las rivalidades entre partidos dan lugar a oposiciones sin principios y a calumnias lanzadas unos a otros. En definitiva, el concepto democrático de Occidente es una representación del antiguo proverbio “los árboles no dejan ver el bosque”, o en otras palabras, la falta de un enfoque holístico resalta su mayor debilidad.
China preserva el inmenso tama?o desde la antigüedad, por lo que ha acumulado abundantes experiencias institucionales; en un país como este, mantener un orden unificado y estable para defender la integridad y el bien común requiere esfuerzos extremadamente arduos. En el Clásico de la Historia, también conocido como Shangshu, hay un texto titulado Hong Fan, término que significa la Magna Ley del Cielo y de la Tierra. En él se cuenta cómo?el rey Wuwang de la Dinastía Zhou pidió consejos a Jizi, tío del rey Zhou, para gobernar bien el Estado después de acabar con la Dinastía Shang. Una de sus ideas hace referencia a que la equidad y la justicia son necesarias para una buena gobernanza del mundo, que se evita actuar de forma egoísta y abusar tiránicamente del poder, y que, en particular, es imprescindible impedir a toda persona la formación de partidos en búsqueda de beneficios personales. Así reza el texto: “Sin parcialidad ni partido, el camino a la buena gobernanza será amplio y llano”.
Por supuesto, objetivamente hablando, la inmensidad del país hace muy difícil lograr que el pueblo realmente esté al mando, de manera que si bien China tomó la delantera al proponer la idea de que “el pueblo es el fundamento del país” y destacar que “el pueblo es mucho más importante que el gobernante”, nunca llegó al punto de que el pueblo sea due?o del Estado. La lógica de ello radica en la dimensión obstáculo que hay entre el pueblo base y el pueblo due?o.
?Quién rompió esta barrera? El PCCh. Según el catedrático Zhang Weiwei, ese es un “partido que vela por los intereses integrales”. A diferencia de los partidos occidentales que representan intereses parciales, el PCCh actúa como vanguardia del pueblo y lidera el país directamente en nombre de la voluntad de las más amplias masas. Como ha dicho el presidente Xi Jinping: el PCCh “no representa beneficios de ningún grupo de interés, de ningún grupo de poder, ni de ninguna clase privilegiada”. En realidad, se trata de una continuación y a la vez desarrollo de la filosofí china de hacer política, con 3 000 a?os de antigüedad.
En este contexto, resulta fácil comprender el significado de la democracia popular en todo proceso. Está claro que en China, la democracia para una población de 1 400 millones de personas no puede apoyarse en el sistema representativo de estilo occidental, el cual se basa en elecciones intermitentes y juegos de intereses particulares, sino en una democracia cumplida en todo proceso que abarque todos los ámbitos, eslabones y niveles de la vida política. Desde las cuestiones más nimias como cortar le?a y acarrear agua en el campo y tratar asuntos domésticos entre vecinos, hasta las más importantes como ejercer la legislación, la administración nacional, así como la toma de estrategias de desarrollo estatal, todo se resuelve mediante amplias consultas entre todas las partes.
China pone más énfasis en llegar a un consenso y se opone a las votaciones ligeras. Tanto la organización básica del Partido como el Congreso Nacional del Pueblo encargado de la legislación, se requiere plenas deliberación y consulta antes de votar, para que diferentes opiniones remen en la misma dirección y también para que la unión de las minorías conforme la mayoría, en lugar de dejar simplemente que los grupos minoritarios sean aplastados. Legislar por un voto superador en el Congreso y determinar a un presidente por diferencia de un voto en las elecciones generales, como lo ocurrido en EE.UU., no corresponde de ninguna manera a la democracia que desea China.
Lo más importante es que la democracia china no puede separarse en ningún momento de la dirección del PCCh. En un país como China caracterizado por la pluralidad cultural, el entrelazamiento de intereses complejos y un desarrollo aún desigual, solo el PCCh es capaz de permitir a los diputados de diversas regiones y ámbitos llegar a ser los de la APN; solo el PCCh es capaz de unir los intereses de diferentes regiones, sectores y grupos étnicos para convertirlos en beneficios comunes de la nación china; solo el PCCh es capaz de lograr la coexistencia de la unidad y la diversidad. He aquí la superioridad más esencial de la democracia popular en todo proceso, y la razón fundamental por la que la democracia china merece la calificción de plenitud.